La Colposcopia es el examen detallado del cuello uterino, de la vagina y a veces de la vulva con un sistema de lentes de 15 a 25 aumentos a los que se incorpora un potente haz de luz.
El aparato óptico se llama Colposcopio y con él se consigue una visión muy aumentada y perfectamente iluminada de toda la zona a examinar. La técnica permite detectar lesiones precoces en el cuello uterino. Lesiones que si el especialista que hace la Colposcopia las considera atípicas, deberán ser biopsiadas. La biopsia de cuello se hace de forma rutinaria en un porcentaje de pacientes, y representa el estudio más veraz y definitivo de los que pueden realizarse.
Es necesario destacar que la Colposcopia es totalmente indolora y que en la inmensa mayoría de los casos sólo supone una pequeña molestia para la mujer. Aún en el caso de que se practique una biopsia, la paciente únicamente percibirá un pequeño escozor que tardará unos instantes en desaparecer. Esto se debe a que el cuello uterino es muy pobre en terminaciones nerviosas sensitivas y es insensible.
Por otra parte, el que se practique una biopsia no debe suponer un signo de alarma. Una toma biópsica se hace para completar un estudio, para detectar una infección viral hoy tan frecuentes o para realizar el diagnóstico último y definitivo de una lesión cervical. Esto en lo referente al cuello del útero, las biopsias de vulva requieren anestesia local.
Finalmente añadir que la biopsia puede producir un ligero sangrado y que a las pacientes que se les practica se les deja un taponamiento vaginal que deberá ser retira¬do por la propia mujer al cabo de unas horas
Preparación para el examen.